sábado, 29 de marzo de 2008

SEÑOR DE TÍ MISMO


Cuando patrulles la ciudad y sientas,
que es tu MISIÓN sagrada custodiarla,
cuando veles el sueño de los otros,
y creas en el apostolado de tu guardia.

Cuando el eco de tus pasos en la noche,
lleven tranquilidad y den confianza,
y representes la PAZ en cada esquina,
bajo el sereno control de tu mirada.

Cuando el frío y el sol muerdan tu carne,
sin que se mueva un músculo en tu cara,
cuando el miedo penetre en tus entrañas,
y encuentre allí un altar de fé cristiana.

Cuando tengas la humildad de los valientes,
para ordenar lo que más cueste,
y los hombres te sigan por tí mismo,
aunque vayan hacia la muerte.

Cuando impongas respeto y disciplina,
con tu sola presencia ante quien sea.

Cuando nadie juzgue nunca tu conducta,
porque no das lugar para que puedan,
y el código de honor que guía tus actos,
marque el norte de tu existencia.

Cuando en cada amanecer mires al cielo,
agradeciendo a DIOS poder decir presente.

Cuando la lista de muertos día a día,
signifiquen para tí deudas pendientes,
y en el llanto de huérfanos y viudas,
encuentres para luchar un aliciente.

Cuando el surco de una bala
rompa el espejo negro del silencio,

Cuando florezca un clavel ensangrentado,
en el pecho de tu compañero,
y eleves al Señor una plegaria,
sin rencor, ni queja, ni llanto.

Cuando debas tirar y tu disparo,
sea sin odio y a la vez certero.

Cuando aceptes morir sólo en una calle,
teniendo por mortaja el firmamento,
y aspires a formar junto a los otros,
que hacen guardia junto a los luceros.

Cuando seas imparcial contigo mismo,
sin creerte poseedor de las verdades.

Cuando puedas reprimir impulsos propios,
desechando egoísmo, envidia y vanidades,
y logres irradiar sin lafsas poses,
esa hombría de bien con que se nace.

Cuando estés penetrado totalmente,
de tu hermosa MISIÓN en ésta tierra.

Cuando no te encandilen los honores,
ni el poder se te suba a la cabeza,
y el dinero no pueda doblegarte,
ni ponerle precio a tu decencia.

Cuando eso consigas con tu ESFUERZO,
recién entonces habrá llegado el día,
en que puedas gritarle al universo,
¡Por la gracia de DIOS, SOY POLICÍA!

Carlos HEITZ


Transcripto por el administrador del sitio, diseño gentileza:"KIDIA"

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Sobre el proyecto Policía Sin Fronteras - Uruguay

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