Algunos son buenos y de un envidiable buen carácter, como Usted.
Otros son malos y malhumorados, como su vecino.
Pero TODOS tienen amarguras, alegrías, proyectos, familia, como Usted, como su vecino, como yo.
Sin embargo algo los diferencia: visten de azul.
Visten de azul, por lo menos 16 horas diarias, por lo menos 6 días a la semana, por lo menos 340 días al año.
Pero son POLICÍAS las 24 horas del día. Los 365 días del año.
Usted entra en la oficina, y ve a uno de ellos escribiendo a máquina,
otro tomando nota, a mano, de quejas, denuncias, problemas entre vecinos.
Parece el ambiente común de una oficina pública.
Y si usted pudiera ver más al interior,
es posible que viera a alguno "ensillando" un mate, 2 ó 3 charlando o haciendo bromas entre ellos.
Pero es todo una ilusión momentánea.
Un llamado telefónico.
El Oficial principal sale de su oficina. Rápido. Serio.
Los músculos se tensan.
El que sigue atendiendo en la oficina tiene un oido puesto en lo que dicen las personas que estaba atendiendo, y otro en el ajetreo que comienza.
El mate recién ensillado, se resigna a dejar enfriar su caliente entrega.
El que había pescado un minuto de sueño, automática y profesionalmente se despierta.
Pasan rápido por el corredor.
Si hasta hace un minuto, alguno había cruzado con Usted una frase de simpatía, ya no lo conoce.
Van armados.
La mirada puesta en "EL LUGAR DEL HECHO". Haciéndose mentalmente una composición del lugar.
Ya no tienen amarguras, ni proyectos, ni familia.
Son POLICÍAS, y van casi con seguridad, a arriesgar sus VIDAS, por usted, su vecino, por mi.
Y después de esas...8 horas, el mentado 222, que equilibra el presupuesto.
Tal vez estén 8 horas sólo viendo pasar hombres, mujeres que van a cobrar o pagar.
Pero son 8 horas de tensión, de cansancio, de entrega.
cuando llegan a sus casas, encontrarán a sus hijos dormidos.
Al igual que cuando salgan, al día siguiente.
y, un día, de repente, los encontrarán crecidos.
Como tal vez le pase a Usted, a su vecino, a mi,
Sin arriesgar la vida.
Otros son malos y malhumorados, como su vecino.
Pero TODOS tienen amarguras, alegrías, proyectos, familia, como Usted, como su vecino, como yo.
Sin embargo algo los diferencia: visten de azul.
Visten de azul, por lo menos 16 horas diarias, por lo menos 6 días a la semana, por lo menos 340 días al año.
Pero son POLICÍAS las 24 horas del día. Los 365 días del año.
Usted entra en la oficina, y ve a uno de ellos escribiendo a máquina,
otro tomando nota, a mano, de quejas, denuncias, problemas entre vecinos.
Parece el ambiente común de una oficina pública.
Y si usted pudiera ver más al interior,
es posible que viera a alguno "ensillando" un mate, 2 ó 3 charlando o haciendo bromas entre ellos.
Pero es todo una ilusión momentánea.
Un llamado telefónico.
El Oficial principal sale de su oficina. Rápido. Serio.
Los músculos se tensan.
El que sigue atendiendo en la oficina tiene un oido puesto en lo que dicen las personas que estaba atendiendo, y otro en el ajetreo que comienza.
El mate recién ensillado, se resigna a dejar enfriar su caliente entrega.
El que había pescado un minuto de sueño, automática y profesionalmente se despierta.
Pasan rápido por el corredor.
Si hasta hace un minuto, alguno había cruzado con Usted una frase de simpatía, ya no lo conoce.
Van armados.
La mirada puesta en "EL LUGAR DEL HECHO". Haciéndose mentalmente una composición del lugar.
Ya no tienen amarguras, ni proyectos, ni familia.
Son POLICÍAS, y van casi con seguridad, a arriesgar sus VIDAS, por usted, su vecino, por mi.
Y después de esas...8 horas, el mentado 222, que equilibra el presupuesto.
Tal vez estén 8 horas sólo viendo pasar hombres, mujeres que van a cobrar o pagar.
Pero son 8 horas de tensión, de cansancio, de entrega.
cuando llegan a sus casas, encontrarán a sus hijos dormidos.
Al igual que cuando salgan, al día siguiente.
y, un día, de repente, los encontrarán crecidos.
Como tal vez le pase a Usted, a su vecino, a mi,
Sin arriesgar la vida.
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