lunes, 2 de noviembre de 2009

Llevan encontradas más de 400 armas y 300 granadas en arsenal del contador


Operativo. Fue abatido pero llegó a herir a dos policías más en la toma de la casa


Lunes, 02 de noviembre, 2009 - AÑO 10 - Nro.3437

Se cree pertenecía a organización de contrabandistas con nexos en Brasil.


Finalmente tras más de 17 horas de enfrentamiento, la Policía logró abatir al contador que se atrincheró en su casa (un verdadero búnker) de Shangrilá, donde ejecutó a un policía e hirió a otros dos al momento de la toma de la vivienda. Por otra parte, al cierre de esta edición, ya eran más de 400 las armas y 300 las granadas incautadas en la finca del barrio Aires Puros, donde tenía un verdadero arsenal.

Si bien no ha sido confirmado, se cree que este hombre identificado como Saúl Feldman, de 61 años, quien era considerado por sus vecinos como alguien muy tranquilo y retraído, era integrante de una gran organización de contrabandistas de armas de fuego de gran poder y explosivos, aparentemente con las mafias de las favelas de Brasil.

Sobre esto fue que el juez especializado en Crimen Organizado, doctor Jorge Díaz, quien tomó el caso desde un principio, descartó de plano cualquier vinculación política de este hombre, como se llegó a manejar por distintos medios. "Si bien no descartamos ninguna hipótesis, no hay ningún elemento que nos lleve a pensar que este hombre tuviera siquiera algún contacto con sector o agrupación política", señaló el magistrado.

Un hecho a señalar es que en la finca del barrio Aires Puros, donde estaba el arsenal, se hallaron más de cuatro kilos de oro (tres lingotes y varias monedas), que se cree sería de algún pago anterior de sus clientes.

Para tratar de determinar los contactos, es que se está trabajando en base a diversas pruebas recogidas en ambas viviendas, como ser documentos, agendas y teléfonos celulares. Si bien se ha podido identificar a familiares y allegados a este hombre, hasta el cierre de esta edición nadie se había presentado siquiera para identificarlo, habiendo varios requeridos.

Sobre la finca particular del contador ubicada en las calles Del Lucero casi Gestido, en el balneario Shangrilá, vale decir que la misma era un verdadero búnker o fuerte, ya que además de tener una habitación blindada, en cada rincón de la casa tenía un arma (revólveres y escopetas) cargada para cualquier eventualidad, además de contar con una granada de mano. Tal es el caso que, cuando fue abatido tenía consigo tres revólveres y dos escopetas.

Este episodio sin precedentes en nuestro país por sus diversas aristas, comenzó a desarrollarse próximo a la medianoche del viernes cuando se generara un incendio en una finca ubicada en el 4210 de la calle Elba entre Ibirocay y Gregorio Sanabria.

Fue sobre las dos de la mañana cuando las llamas fueron sofocadas y, al ingresar a la finca, tremenda fue la sorpresa cuando se encontraron con un verdadero arsenal militar. Esto motivó que se llamara al Servicio de Material y Armamento del Ejército, determinándose que las casas linderas fueran evacuadas por precaución.

Ya sobre la mañana, cuando toda la zona estaba acordonada y se comenzó a indagar sobre el responsable de la vivienda, fue que un vecino dijo a la Policía que lo había visto llegar y que, al ver el gran despliegue de autoridades, se había marchado.

Las indagatorias llevaron hasta que el arrendatario del inmueble era un contador de nombre Saúl Feldman, quien vivía en Shangrilá. Hasta allí fueron enviados dos funcionarios de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia, quienes al arribar vieron a un hombre a bordo de un auto y, al preguntarle si era Feldman, les dijo que sí, contestándole aquellos que debía acompañarlos para unas averiguaciones. El hombre correctamente les preguntó si le dejaban agarrar un abrigo e ingresó a la finca.

Los minutos pasaron y el hombre no salía, entonces el agente de 2ª Mario Morena, de 32 años, lo llamó y, en ese momento, el contador le efectuó un certero disparo desde una ventana, que impactó en el pecho del funcionario. De inmediato su compañero lo socorrió y sacó de la línea de fuego mientras pedía ayuda por radio, aunque lamentablemente todo fue en vano ya que el policía, que ingresó a la fuerza hace poco más de dos años, padre de una niña de 4 años y un bebé de 7 meses, dejaba de existir.

En pocos minutos, el lugar estaba repleto de policías de distintas reparticiones y se montaba un despliegue impresionante, comenzando entonces el intercambio de disparos entre el contador y los uniformados.

Nuevamente, y en esta otra escena, se decidió evacuar a los vecinos. Las horas fueron pasando y, si bien existía una orden de allanamiento del juez Díaz para ingresar a la casa, debían de esperar pues ya era de noche y por ley esta prohibido.

La caída

Ya al amanecer se comenzó a diagramar el operativo de toma de la finca, valiendo señalar que en distintos momentos se sucedieron los intercambios de disparos.

A las ocho de la mañana, un equipo del grupo GEO, hizo estallar la puerta de la finca e instantes más tarde más de una veintena de uniformados irrumpieron en la vivienda, donde se registró el tiroteo final con Feldman, quien cayó herido de muerte de varios disparos, logrando él herir a dos policías en las piernas, aunque en estos casos ninguno experimenta riesgo .

Al revisar la casa, se comprobó que era un verdadero búnker pues tenía un arma en cada rincón y cajón. Un dato que trascendió es que el profesional padecía una enfermedad terminal, y que quizás por eso estaba dispuesto a todo. Los vecinos de este hombre no daban crédito a lo que había ocurrido, pues Feldman hace unos 30 años que vivía en la zona y, más allá de que era un tanto parco y que tenía muchos perros para cuidar la casa, siempre se había comportado correctamente y nunca dio siquiera una pista de lo que en realidad estaba involucrado.

Ayer, al caer la tarde, se seguían retirando armas de la casa de la calle Elba, ya iban más de 400 entre armas cortas, escopetas, rifles, subfusiles, fusiles, ametralladoras y más de 300 granadas de distinto tipo, como ser granadas antitanques o lanzacohetes y otros explosivos.

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