viernes, 14 de noviembre de 2008

Filmación de un copamiento causa preocupación



"Temía por la vida de mi esposa y la de las niñas"
Maracaná. Brutal copamiento a familia de comerciantes
GUSTAVO TRINIDAD

"Nos venimos a llevar todo", le dijo el hombre que hacía unos segundos le había pedido una bebida, al tiempo que la tomaba del cuello y le colocaba un revólver en la sien de la mujer.
Ese fue tan solo el comienzo del calvario que vivió una familia de comerciantes del barrio Maracaná, a la que le coparon el local y también la casa. Encañonaron a dos niñas que llegaron a comprar, arrojaron al propietario del local al piso y lo patearon exigiéndole que entregara más dinero, mientras le decían a la mujer que si no aparecía el dinero los mataban. Todos los delincuentes quedaron registrados en la cámara de seguridad, pero según el comerciante la Policía no le pidió ese registro y en la Seccional lo desalentaron diciéndole: "Difícil que los encontremos". A pesar de que los delincuentes tocaron todo, tampoco se convocó a Policía Técnica. "Sé que no voy a recuperar nada, pero quiero que vayan presos por mí y por otra gente que en cualquier momento también pueden ser víctimas", dijo el almacenero.
El copamiento ocurrió en un almacén de Primera al Norte y Calle 3, próximo a camino Cibils y Ruta 1. Primero ingresó al almacén un vecino recién mudado, que hace poco tiempo salió de Comcar. Llegaron en una moto tres hombres.
Se bajaron sin sacarse los cascos. Carmen, que estaba al frente del comercio, escuchó que saludaban por el nombre a un vecino lindero que tiene taller de motos. Más tarde se sabría que el vecino estaba dentro de su casa y que dijeron su nombre para dar a entender a la almacenera que eran del barrio. Evidentemente manejaban datos del entorno. Uno de ellos pidió una Coca Cola e incluso le pagó con $ 200. Mientras tanto Daniel, esposo de Carmen, limpiaba una grasera en la casa. Cuando entraron al local una adolescente y una niña, uno de los delincuentes las encañonó y amenazó para que se quedaran quietas.
AL OTRO LADO.

Entonces el que pagó la bebida pasó al otro lado del mostrador, tomó a Carmen del cuello y le puso el arma en la cabeza. "Llevate todo", le dijo la mujer. "Me preguntaban quién estaba en la casa, yo le dije que mi esposo y mi madre, que los dejaran, que se llevaran el dinero y los dejaran". "No. Queremos la otra guita, la que tenés en la casa", dijo uno de los delincuentes y fueron a buscar al marido. "Tenemos todo el tiempo del mundo", dijo otro de los rapiñeros.
Daniel estaba agachado limpiando la grasera y de pronto sintió el caño del arma en la cabeza. "La perra empezó a ladrar y él me decía: `Que se calle o la mato y te mato a vos`", contó Daniel. "Yo estaba desesperada por él y por mí, porque no sabíamos nada de lo que le estaba pasando al otro. Agarraron $ 15.000 y querían más pero no teníamos", explicó Carmen. Por eso fue que arrojaron al piso a Daniel y empezaron a patearlo. Entre tanto otro vaciaba las estanterías y llenaba varios bolsos. "Temía por mi vida, pero más por mi esposa y por las niñas, les pedía por favor que se fueran que les habíamos dado todo". Cuando se iban, lo que no se llevaron lo tiraron al piso e irónicamente pedían "perdón".
Hace 15 años que la pareja trabaja en el almacén y reponen día a día la mercadería con lo que van vendiendo, pero más allá del perjuicio material el daño psicológico fue traumático. "Hoy tenía miedo de salir de mi cuarto, tenía sed y no podía ir a la cocina porque los delincuentes habían estado ahí", contó Carmen, que vive de una de las profesiones más peligrosas hoy en día en Uruguay.
Cuestionan a la Policía
En la foto se ve el momento en que la mujer es encañonada por uno de los tres delincuentes. La pareja de comerciantes se hizo varias preguntas en cuanto a la actuación policial.
"La cámara los registró en muchos momentos, incluso sus voces, ¿por qué la Policía ni me pidió la cinta, ni vino a buscar el video?".
"Estuvieron 20 minutos tanto en el comercio como en mi casa, tocaron y revolvieron todo. ¿Por qué no vino Policía Técnica a ver si podía encontrar huellas, ya que seguramente tienen antecedentes penales?".
"Si hay elementos como para pensar que tenían datos de nuestro entorno y vecinos incluso que vieron bien la moto: ¿por qué no los indagaron como testigos?".


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar. Tu opinión enriquece nuestro trabajo voluntario.

Sobre el proyecto Policía Sin Fronteras - Uruguay

Proyecto particular y personal con fin meramente INFORMATIVO.
Ajeno a cualquier institución oficial, hecho por voluntarios en sus comienzos, no vinculándose bajo ningún concepto con instituto/ asociación armado uruguayo ó extranjero.
Sub Comisario (R) Milton Ballesteros