jueves, 14 de agosto de 2008

Muere un policía y una familia destrozada resalta la injusticia social

Jueves 14.08.2008, 10:11 hs. Montevideo, Uruguay

"Nos están matando de a uno"
Investigación.
Tenía 27 años y su esposa está embarazada; hay 10 detenidos y buscan a dos

G. TRINIDAD / J. BERTALOT
Wilkerson Asdrúbal Saldanha Da Cunha estaba feliz cuando recibió dos diplomas que lo acreditaban como operador de Windows y operador de máquinas de la Escuela Técnica. Era el año 2000. Atrás quedaba el pesado trabajo de las canteras.
Pero la ansiada mejora de empleo nunca apareció en Artigas, y dos años más tarde tuvo que abandonar a su familia y viajar 600 kilómetros hasta Montevideo en busca de trabajo. En el año 2002 recibía en sus manos otro diploma con igual orgullo: el de policía. Hace tres meses otra alegría lo invadió: su esposa estaba embarazada.
Ayer de madrugada, uniformado y en servicio 222, se presume que se acercó a tres hombres sospechosos que merodeaban la fábrica que vigilaba. Sobre las dos de la madrugada Wilkerson, con 27 años, moría en la mesa de operaciones con un tiro en la cabeza.
Con inusitada saña, los delincuentes le habían disparado cuatro veces. El chaleco antibalas logró aminorar tres de los impactos pero el cuarto en la cabeza fue mortal.
El agente, que trabajaba en la Seccional 14°, al ver a los sospechosos, fue a identificarlos pero los rapiñeros se resistieron y Wilkerson se trabó en lucha logrando desarmar a dos de ellos antes de ser baleado, se presume, con su propia arma. Los detalles del crimen son hipótesis ya que no hubo testigos.
Dos revólveres, uno calibre 32 y el otro 38 quedaron en el lugar. Uno tenía una sola bala en la recámara. Los rapiñeros se llevaron dinero del policía, la moto y el arma 9 milímetros de Wilkerson. Un chofer de la empresa Cutcsa, sobre la una de la mañana, dio aviso al 911 que un hombre estaba caído en Camino Carrasco y Pichincha, en la Cruz de Carrasco, ensangrentado y moviendo un revólver que tenía en la mano.
Aún no se sabía que era un policía. Cuando llegaron móviles de la Seccional 14° y de Radio Patrulla se disparó la alarma. Mientras un patrullero lo trasladaba al Hospital Policial, la moto del funcionario era encontrada en una cuneta cerca del lugar, en un asentamiento de Camino Oncativo. En la escena del crimen fueron encontrados cuatro casquillos de bala, un papel ensangrentado, una mochila y un par de guantes manchados de sangre.
Los policías apuntan a que los autores del homicidio deben ser de la zona.

OPERATIVO.
Sobre las 11 de la mañana una manzana de Oficial Dos y Oncativo fue rodeada por patrulleros y cerca de 20 policías mientras se esperaba la orden de allanamiento de la Justicia.
La Policía buscaba a dos menores. Con la autorización de la madre de estos la Policía entró a una casa y detuvo a "El Yona", su hermano, y "El Pelado", este mayor de edad. En otro procedimiento en la zona fue detenido un mayor con varios antecedentes penales. Durante la tarde, 10 personas más fueron detenidas y ayer eran indagadas en la Seccional 14°.
Fuentes de la investigación dijeron a El País anoche que no estaba claro si son autores del crimen y trabajaban para hallar pruebas contundentes. Otras dos personas con antecedentes, "El Chino" y "El Carqueja," eran buscadas. La novia de este último fue indagada y dejada en libertad. Paralelamente, tanto la moto, la mochila, las armas y los casquillos son analizados en Policía Técnica en busca de huellas y rastros que puedan identificar a los asesinos.

VOLUNTAD.
La familia de Wilkerson vive en Artigas y es muy humilde.
Su madre tiene a su cargo una hija enferma. A pesar de su reducido salario, que lo obligaba a trabajar entre 11 y 13 horas por día, ayudaba a su madre con dinero para pagar las cuentas de la luz y el agua.
Ayer, la casa materna en el barrio Éxodo se llenó de dolor y de los muchos vecinos que se acercaron a acompañar a la familia en la tragedia. Wilkerson siempre fue estudioso y trabajador. Aprendió con el padre el oficio de plomero, luego trabajó con el suegro en una cantera de piedras preciosas, para posteriormente viajar a Montevideo a ingresar a la Policía.
La madre de Wilkerson, Brisabel Da Cunha, de 60 años, recordó la voluntad y esperanza que tenía su hijo para progresar en su trabajo.
Se había casado hacía cinco años con Ángela Fernández, de 26 años, de profesión maestra, quien cursa su tercer mes de embarazo de riesgo. A poco de enterarse de la muerte de su marido debió ser internada en el Hospital de Clínicas.
La esposa del agente estaba haciendo una suplencia en una escuela de Montevideo pero debido a su embarazo de riesgo estaba ahora con licencia médica en Artigas.
Su madre contó a El País que hace un mes había llegado a Artigas para reducir los restos de su padre, muerto hace cuatro años. "Me dijo lo feliz que estaba porque la señora estaba embarazada. Iba a ser su primer hijo. Me dijo que iba a tener que trabajar más horas para enfrentar esta nueva responsabilidad", narró Brisabel entre llantos. "De madrugada recibí la llamada de mi nuera que me dijo que a mi hijo lo habían matado porque lo habían querido robar. No podía creerlo".
La gente de Artigas recibió el impacto y comenzó a mostrar su dolor e indignación a través del programa Sin Límite que se emite por La Voz de Artigas por la mañana.
Allí se replanteó el tema de la inseguridad y del miedo. Los oyentes pidieron que las autoridades tomen cartas en serio. Todos pidieron que la gente concurra a su sepelio para testimoniar la indignación que hay ante tanta inseguridad.
El presidente del sindicato policial de Artigas dijo que se realizará una concentración hoy a la hora 15 en plaza Artigas, frente a Jefatura, para luego salir hacia la empresa Renart donde se realizará el velatorio. El comisario Ruben Salvador lamentó la pérdida del compañero. "Nos están matando de a uno", dijo con la voz entrecortada, "tenemos que unirnos".
La cifra
4 Son los tiros que le dispararon. Tres balazos impactaron en el chaleco antibalas y el cuarto le dio en la cabeza y lo mató.
Testimonios
Madre: "Quería mejorar y me lo traen en un cajón"
Si tuviera a la ministra del Interior delante de mí le pediría que me devuelva a mi hijo, que se fue a Montevideo para mejorar y ahora lo voy a recibir en un cajón. Cuando me enteré me desesperé, me dio una crisis y me internaron en el hospital por que soy enferma cardíaca. Todavía no lo puedo creer. Mi único hijo varón y me lo mataron, nunca más me voy a recuperar de esta pérdida. Le pido a la ministra que meta presos a esos bandidos y asesinos que no hacen otra cosa que estropear a las familias y sumirnos en el dolor más intenso. Y al que mató a mi hijo que Dios le haga sentir todo el dolor que estoy viviendo".
Vecina: "Va a venir un niño al mundo sin padre"
Era un chico encantador le decíamos Lolo. Siempre fue muy estudioso y trabajador, estaba lleno de voluntad. Tuvo muchos trabajos, como de plomero, también trabajó en las canteras.
Sus padres lo criaron muy bien a pesar de ser muy humildes. Era querido por todo el barrio, nunca anduvo en barras. Era muy de la casa. Cuando murió el padre él le dijo a la madre que nunca la iba a abandonar. Duele mucho, además de su pérdida, que hay un niño que va a venir al mundo sin padre porque se lo asesinaron", dijo Celeste Lezcano, una vecina que vio crecer al policía que fue asesinado de un tiro en la cabeza.
Comisario: "Un excelente policía a mis órdenes"
Sentimos el tremendo dolor ante la muerte de un compañero, un excelente policía que mientras estuvo bajo mis órdenes cumplió su función a completa satisfacción. Estamos con gran dolor pero también haciendo todo el trabajo para que se haga justicia", dijo el comisario Jorge Márquez, titular de la Seccional 14ª, donde Wilkerson era sumamente querido y respetado como profesional. "Era un policía, policía. De verdad y buen compañero. Daba gusto trabajar con él. Murió cumpliendo con su deber. No lo vamos a olvidar y lo mejor que podemos hacer es que los asesinos paguen", dijo un compañero.
Otros policías muertos

Henry Fagúndez
DICIEMBRE DE 2006. El agente Henry Fagúndez, de 29 años, fue muerto de un tiro en la cabeza en una distribuidora de Colón, donde cumplía un servicio 222. Fagúndez estaba en la puerta y se enfrentó a uno de los delincuentes que intentaron asaltar el local. Tres delincuentes huyeron en dos motos. El policía se desempeñaba en la Seccional 21ª. Fue velado en el hall de la Jefatura de Policía.

Luis Manuel Rivera
MAYO DE 2007. Luis Manuel Rivera fue asesinado en el procedimiento de una rapiña a una estación de servicio del barrio Cordón. El policía se encontraba en servicio 222 en la estación de Bulevar Artigas y Rivera, cuando dos hombres ingresaron al local. Con $ 500, los delincuentes escaparon rumbo a Bulevar Artigas. El agente salió tras los rapiñeros que no dudaron en abrir fuego. Comenzó un tiroteo y una de las balas impactó en el pecho de uno de los delincuentes, pero cuando pretendió reducir al segundo, el que ya estaba herido le disparó en la cabeza. El proyectil, calibre 38, ingresó en la nuca del policía que murió en el acto.

Miguel Silvera
NOVIEMBRE DE 2007. El agente Miguel Silvera de 33 años murió por las graves lesiones provocadas por los balazos que recibiera en su rostro durante un procedimiento para capturar a un ladrón en la ciudad de San Carlos, Maldonado. Silvera era oriundo de Durazno. El agente con siete años de servicio, dejó a su joven esposa de 19 años con dos pequeñas hijas de dos años una y de dos meses la otra.

Danilo García
DICIEMBRE DE 2007. El agente Danilo García Fontoura de 36 años que trabajaba en la Policía Montada de Canelones, fue muerto durante un asalto en San José de Carrasco. El policía cumplía un servicio 222 por transporte de valores de UTE. El auto que llevaba la remesa de $ 700.000 hacia un Banco de Ciudad de la Costa, fue interceptado por dos motos con cuatro delincuentes armados con escopetas. García intentó evitar el atraco y fue muerto de dos disparos en el pecho. No llevaba chaleco antibalas como lo establece el reglamento. En junio de 2008 la policía de Canelones comprobó que el homicida había sido el recluso Eduardo Guillermo Brasil Sastre de 27 años. Fue procesado por un homicidio muy especialmente agravado. Brasil estaba preso en el Comcar desde donde obtenía salidas transitorias que utilizaba para cometer rapiñas.



FUENTE: http://www.elpais.com.uy/08/08/14/pnacio_363711.asp

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar. Tu opinión enriquece nuestro trabajo voluntario.

Sobre el proyecto Policía Sin Fronteras - Uruguay

Proyecto particular y personal con fin meramente INFORMATIVO.
Ajeno a cualquier institución oficial, hecho por voluntarios en sus comienzos, no vinculándose bajo ningún concepto con instituto/ asociación armado uruguayo ó extranjero.
Sub Comisario (R) Milton Ballesteros