viernes, 16 de mayo de 2008

Policía crea unidad de ciberpatrullaje...lástima que la noticia sea vieja!!!

Hay casos recientes. Pero culpables podrían ser eximidos dado que fueron capturados antes de la nueva ley
Domingo 17 de octubre de 2004 Año 87 - Nº 29881

ANTONIO ALVAREZ

La mujer tiene poco más de 20 años. Es una bella morocha de pelo corto. Lleva uniforme de una conocida cadena de gastronomía. Está revolviendo, como tantas otras personas, una góndola de supermercado, tal vez buscando algo para comer.
El hecho ocurrió durante la hora del almuerzo de uno de los primeros días de setiembre de 2004. Para la chica fue un día como tantos, si no fuera porque alguien había estado espiando su zona genital mientras se desplazaba por el shopping donde desarrolla funciones.
Supo que era un día especialmente bochornoso recién unas horas después cuando imágenes de su cara, su pollera roja y su vulva fueron diseminadas en el correo electrónico de todos los compañeros de trabajo, incluida la plana mayor de la empresa.
Al autor de esta violación virtual no le fue difícil cometer este acto sórdido, incomprensible y de mal gusto, por no mencionar que además es un delito en casi cualquier parte de mundo. Menos en Uruguay.
El hombre, un periodista y camarógrafo cuarentón fue plenamente identificado por la Policía. Se demostró que el individuo colgaba esas imágenes en una página web para voyeurs en España. Allí encontraron además fotos de otras mujeres uruguayas que nunca sabrán que sus entrepiernas estuvieron exhibidas para cientos, miles de personas que tienen el pasatiempo de mirar estas imágenes por lo general robadas sin consentimiento.
Entre esas imágenes emitidas desde Uruguay, estaban las de estudiantes de un liceo privado montevideano que paseaban distraídamente por el mismo shopping. Nadie sabrá sus nombres, pero sus juveniles anatomías permanecerán en buscadores de la red hasta que sean abuelas. El daño será permanente.
La "hazaña" de este sujeto consistía en poner la filmadora pren-
dida dentro de una bolsa de nylon. Cuando veía una mujer en polleras la seguía y aprovechaba sus movimientos para instalar la cámara entre sus piernas. Uno de sus lugares favoritos para acometer eran las escaleras mecánicas. (ver recuadro)
Hasta el momento, el hombre está libre y ni siquiera está emplazado por la Justicia. El juez de Montevideo decidió enviar el caso hacia el departamento de Soriano, donde ocurrieron parte de los hechos. En apariencia los magistrados no encuentran verdaderas razones para procesar al individuo, más allá de su humillante actividad.
El 14 de setiembre pasado, Uruguay dio un paso muy importante para procesar a personas que utilizan internet para trasmitir pornografía.
Este caso que terminó con un operativo policial en Dolores de la Brigada de Asaltos (ver recuadro en página 2) podría configurar está en la delagada línea de la pornografía infantil porque entre las "colaboraciones" a la página española para voyeurs había fotos robadas a menores de edad.
Sin embargo, como el hecho ocurrió pocos días antes de la sanción de la nueva ley, existen grandes posibilidades que nada ocurra y que el caso termine en el olvido por aquella frase de la doctrina penal que asegura que "todo lo que no está prohibido está permitido".

CiBERPATRULLAJE.
De hecho, su concluyente trabajo sobre los peligros de la sociedad de la información -que comenzó a pedido de la diputada socialista Daysi Tourné- propició que la Dirección Nacional de Prevención del Delito creará y esté a punto de poner en funcionamiento un Departamento de Cyberpatrullaje, que tendrá como objetivo seguir de cerca el movimiento de los salones de chats y el tráfico de imágenes pornográficas.
La directora de la división, la Inspectora Principal y abogada Graciela López, asegura que la única posibilidad de atacar este negocio es especializarse a fondo en los misterios de la informática. La brigada de ciberpatrullaje tendrá una decena de miembros y será comandada por el policía y asistente social, Rodolfo Martínez.
"Los policías sabemos que lidiamos con enormes asimetrías. Una empresa de pornografía infantil factura millones de dólares. La propia característica de la industria juega a su favor. El poder del dinero, la tecnología y el carácter global de la industria,le da a los delincuentes posibilidades de cambiar de sitio y de nombre antes siquiera que comencemos a investigar",dice.
La Inspectora López señala que el trabajo de ciberpatrullaje busca cortar la cadena paidofílica. Para eso habría que identificar sitios y también a consumidores. La Policía uruguaya ha solicitado ayuda a las principales tarjetas de crédito internacionales -por donde ocurren la mayoría de las transacciones- y lo hará en couriers privados para que los ayuden en esta búsqueda.
"Nuestra tarjeta se rige por normas internacionales. En cuanto se denuncian páginas pornográficas infantiles las mismas se dan de baja en los países. Esto ocurre en los países donde se emiten las imágenes En Uruguay no tenemos ninguna denuncia por ahora", dice el egerente general de Mastercard Uruguay, José Boix.
Esa ayuda no cuenta con información de los consumidores de pornografía infantil, dado que la misma es propiedad de las instituciones financieras y es confidencial por el secreto bancario imperante en Uruguay.
dida dentro de una bolsa de nylon. Cuando veía una mujer en polleras la seguía y aprovechaba sus movimientos para instalar la cámara entre sus piernas. Uno de sus lugares favoritos para acometer eran las escaleras mecánicas. (Ver recuadro).
Hasta el momento, el hombre está libre y ni siquiera está emplazado por la Justicia. El juez de Montevideo decidió enviar el caso hacia el departamento de Soriano, donde ocurrieron parte de los hechos. En apariencia los magistrados no encuentran verdaderas razones para procesar al individuo, más allá de su humillante actividad.
El 14 de setiembre pasado, Uruguay dio un paso muy importante para procesar a personas que utilizan internet para trasmitir pornografía.
Este caso que terminó con un operativo policial en Dolores de la Brigada de Asaltos (ver recuadro en esta página) podría estar en la delgada línea de la pornografía infantil porque entre las "colaboraciones" a la página española para voyeurs había fotos robadas a menores de edad.
Sin embargo, como el hecho ocurrió pocos días antes de la sanción de la nueva ley, existen grandes posibilidades que nada ocurra y que el caso termine en el olvido por aquella frase de la doctrina penal que asegura que "todo lo que no está prohibido está permitido".

SIN CUARTEL.
La Policía tiene además otro caso resonante en carpeta. Se trata de un militar al que le habrían encontrado material pornográfico infantil.
El hallazgo fue realizado por Interpol en el marco de la "Operación Catedral". La investigación está a punto de comprobar que el material incautado era utilizado para distribución en Internet, lo que supone buenas y malas noticias.
La noticia buena es que supondría el primer golpe duro al tráfico de imágenes emitidas desde Uruguay, pero la mala noticia es que el hombre podría no ser juzgado por la nueva y dura ley de pornografía infantil debido a que fue capturado unas pocas horas antes de la nueva ley.
No es el único caso que sigue la Policía de cerca. La Dirección Nacional de Inteligencia, a pedido de su par de Alemania, también sigue la pista de imágenes de pornografía infantil emitidas desde Montevideo, dijeron a El País altas fuentes policiales. La red tiene vínculos con el cártel de pornografía infantil mexicano, un fuerte animador del circuito ilegal.
El otro caso que llamó la atención de la autoridades es el de una pareja que terminó procesada por realizar películas pornográficas con niños del Cerro en situación de calle.
El hecho ocurrió en el mes de agosto y aunque no se comprobó que las imágenes era emitidas en la red, resulta fácil deducir que ese trabajo ya tenía un mercado asignado y no el consumo personal.
En Uruguay hay un nivel creciente de consumo pornográfico, pero la ley no pena eso. La pornografía en internet es un negocio legal y goza de muy buena salud e inclusive es practicada con éxito por jóvenes empresarios uruguayos (ver recuadro).
Hay sospechas que aquí se producen imágenes pornoinfantiles. Pero el investigador Fernando Da Rosa, redactor de un reciente informe del Instituto Interamericano del Niño, solo puede afirmar que Uruguay es parte del tráfico de imágenes y que hay un nivel creciente de consumo. "Y este punto es el primer paso para que haya una industria", asegura,
CIBERPATRULLAJE.
De hecho, su concluyente trabajo sobre los peligros de la sociedad de la información —que comenzó a pedido de la diputada socialista Daysi Tourné— propició que la Dirección Nacional de Prevención del Delito creará y esté a punto de poner en funcionamiento un Departamento de Ciberpatrullaje, que tendrá como objetivo seguir de cerca el movimiento de los salones de chats y el tráfico de imágenes pornográficas.
La directora de la división, la Inspectora Principal y abogada Graciela López, asegura que la única posibilidad de atacar este negocio es especializarse a fondo en los misterios de la informática. La brigada de ciberpatrullaje tendrá una decena de miembros y será comandada por el policía y asistente social, Rodolfo Martínez.
"Los policías sabemos que lidiamos con enormes asimetrías. Una empresa de pornografía infantil factura millones de dólares. La propia característica de la industria juega a su favor. El poder del dinero, la tecnología y el carácter global de la industria, le da a los delincuentes posibilidades de cambiar de sitio y de nombre antes siquiera que comencemos a investigar",dice.
La Inspectora López señala que el trabajo de ciberpatrullaje busca cortar la cadena paidófila. Para eso habría que identificar sitios y también a consumidores. La Policía uruguaya ha solicitado ayuda a las principales tarjetas de crédito internacionales por donde ocurren la mayoría de las transacciones.
"Nuestra tarjeta se rige por normas internacionales. En cuanto se denuncian páginas pornográficas infantiles las mismas se dan de baja en los países. Esto ocurre en los países donde se emiten las imágenes. En Uruguay no tenemos ninguna denuncia por ahora", dice el gerente general de Mastercard Uruguay, José Boix.
Esa ayuda no cuenta con información de los consumidores de pornografía infantil, dado que la misma es propiedad de las instituciones financieras y es confidencial por el secreto bancario imperante en Uruguay.
La ley 17.815 fue aprobada al borde del final del período parlamentario y establece penas de hasta 12 años de cárcel para aquellos que hagan "tráfico de personas menores de edad o incapaces", para "la retribución o promesa de retribución a personas menores o incapaces para que ejecuten actos sexuales o eróticos de cualquier tipo".
También se pena la "contribución a la explotación sexual de personas menores de edad o incapaces".
La fabricación o producción de material pornográfico con utilización de menores de edad o incapaces impondrá castigos de hasta seis años de cárcel. Y el comercio y difusión de este tipo de material se penará con cuatro años de penitenciaría.
Con dos años de cárcel se castigará el facilitamiento de la comercialización y difusión de material pornográfico con la representación o imagen de una o más personas menores de edad.
FUENTE: http://www.elpais.com.uy/04/10/17/pciuda_116702.asp

NOTA: La ley que hace referencia el autor del artículo está en vigencia y es muy buena, pero aún en Uruguay falta el apoyo decidido a los policías que trabajan a impulso propio en el tema.Tema que no abandonaremos (desde la perspectiva social y para ayudar más que para criticar) y del cual les ofreceré continuas noticias, por mayor información les recomiendo mis sitio: http://ciberpolicias.blogspot.com/

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Sobre el proyecto Policía Sin Fronteras - Uruguay

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