El hecho ocurrió en Durazno en abril de 2007
Alejandro Arrúa - DURAZNO
En el entendido de que hubo omisión de asistencia, 21 meses después que la Justicia dispusiera el archivo de las actuaciones, la defensa de la familia del periodista Renato Larralde fallecido en abril del 2007 presentó un escrito solicitando su reapertura. De parte de la defensa se sostiene que hay careos por desarrollar y declaraciones por tomar.
En la sentencia de marzo de 2008 la Justicia entendió que no hubo responsabilidad penal de los profesionales médicos que fueron denunciados por la familia del extinto comunicador. Hoy el doctor Angel Duarte considera necesario un careo entre el personal policial y los médicos que tomaron intervención en el hecho.
"Hay contradicciones entre lo declarado por unos y otros, y creemos que estas nuevas pruebas pueden echar luz, aclarar la situación", sostuvo. El cambio de autoridades en el Juzgado y la Fiscalía permitirá una nueva visión del caso, agregó. "Hay cosas que quedaron sin hacer y eso es lo que estamos reclamando", reiteró.
La autopsia determinó que el periodista, de 59 años, falleció como consecuencia de un golpe en la nuca generado por una caída hacia atrás en la wiskería en que se encontraba. Despejadas las dudas que en su momento se plantearan acerca de una eventual agresión, la familia presentó una denuncia contra los profesionales médicos que estaban a cargo de la emergencia del Hospital Penza cuando Larralde fue internado.
A pesar de ello, sostuvo el abogado defensor, horas después se le dio el alta. Larralde, que no podía desplazarse por sí mismo ni articular frase alguna, en estado inconsciente y sin contactar a su familia, es llevado en la caja de una camioneta policial hacia una de las dependencias locales del Ministerio del Interior, alega. Al ver que Renato Larralde no estaba en condiciones de permanecer en la comisaría, su encargado optó por convocar a la doctora Bélgica Francia en ese momento titular de la sede judicial del departamento quien a su vez dio intervención al médico forense.
Tras un examen decidió su internación. Sobre las 18.30, relató Duarte, comenzó con vómitos, que llevó a los profesionales a realizarle una tomografía. A entender del abogado, dichos estudios se debieron realizar inmediatamente.
En la sentencia de marzo de 2008 la Justicia entendió que no hubo responsabilidad penal de los profesionales médicos que fueron denunciados por la familia del extinto comunicador. Hoy el doctor Angel Duarte considera necesario un careo entre el personal policial y los médicos que tomaron intervención en el hecho.
"Hay contradicciones entre lo declarado por unos y otros, y creemos que estas nuevas pruebas pueden echar luz, aclarar la situación", sostuvo. El cambio de autoridades en el Juzgado y la Fiscalía permitirá una nueva visión del caso, agregó. "Hay cosas que quedaron sin hacer y eso es lo que estamos reclamando", reiteró.
La autopsia determinó que el periodista, de 59 años, falleció como consecuencia de un golpe en la nuca generado por una caída hacia atrás en la wiskería en que se encontraba. Despejadas las dudas que en su momento se plantearan acerca de una eventual agresión, la familia presentó una denuncia contra los profesionales médicos que estaban a cargo de la emergencia del Hospital Penza cuando Larralde fue internado.
Se sostiene que estuvo en el nosocomio por espacio de 16 horas sin recibir la atención correspondiente, con un agravante: se cayó de la camilla en dos oportunidades, lo que le produjo la fisura del hueso orbital del ojo derecho.
A pesar de ello, sostuvo el abogado defensor, horas después se le dio el alta. Larralde, que no podía desplazarse por sí mismo ni articular frase alguna, en estado inconsciente y sin contactar a su familia, es llevado en la caja de una camioneta policial hacia una de las dependencias locales del Ministerio del Interior, alega. Al ver que Renato Larralde no estaba en condiciones de permanecer en la comisaría, su encargado optó por convocar a la doctora Bélgica Francia en ese momento titular de la sede judicial del departamento quien a su vez dio intervención al médico forense.
Tras un examen decidió su internación. Sobre las 18.30, relató Duarte, comenzó con vómitos, que llevó a los profesionales a realizarle una tomografía. A entender del abogado, dichos estudios se debieron realizar inmediatamente.
FUENTE: www.larepublica.com.uy
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